lunes, 20 de junio de 2011

It's just one of those days

Qué día de mierda, por Dios!
Tan hastiado. La bronca se me rebalsa por las orejas.
Decepcionado hasta decir basta de mi especie. ¿Que acaso no hay nadie al que le importe un poco más que salvar su pellejo? ¿Que no hay nadie que haga un mínimo-puto-esfuerzo? ¿Que acaso hay que cuidarse las espaldas de todo el mundo? ¿No se puede confiar en nadie? ¿Cuándo vamos a descansar un poco?
¿Ninguna luz salvadora en el horizonte? ¿Ninguna gota de inocencia?
¿Entonces a cada lugar que vaya tendré que desconfiar de entrada? ¿Entonces tendré que aprender que no vale nada tratar de ayudar porque tarde o temprano -y más temprano que tarde- se van a aprovechar de eso hasta que alguien les "pare el carro" no siendo capaces por sí mismos de tomar consciencia de esto? Oye imbécil, ¿tú crees que no me doy cuenta?
¿Que acaso no hay nadie capaz de al menos hacer un esfuerzo de ensanchar el corazón e ir un poco más allá, sólo un poco más, de las apariencias y de cómo van a quedar frente a las personas que realmente les importan después de todo (jefes, superiores, y un puto etc.)?
Tuve (y todavía tengo) tanta rabia que sentí que me estaba intoxicando.
Podridísimo.
Who needs a fucking drink?
Todos esos motherfuckers me deben un puto trago, por toda la energía nerviosa desperdiciada.
Just get the fuck out of my face, motherfucker.
Just get the fuck out of my face, you piece of shit.

No hay comentarios:

Publicar un comentario